Jonás desobedece a Dios

A veces tenemos que aprender lecciones de nuestros errores porque no siempre hacemos las cosas a la manera de Dios. Dios le dijo a Jonás que debía llevar a cabo un trabajo, pero él huyó. Jonás tuvo que aprender de la manera más difícil.

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Nínive era una gran ciudad, muy rica y con mucha gente (Jonás 4:11). Pero Nínive era una ciudad muy malvada. Dios le dijo a Jonás: “Ve y dile al pueblo de Nínive que dejen de pecar y hacer lo malo”. Si no se arrepienten, todos serán destruidos.

Jonás decidió desobedecer a Dios, porque el pueblo de Nínive era un enemigo. Jonás no quería dar un mensaje de advertencia a sus enemigos. Jonás trató de huir y esconderse de Dios.

En lugar de ir a Nínive, fue a Jope. Se subió a un barco que navegaba en una dirección diferente. Jonás sabía exactamente lo que Dios le había mandado hacer, pero se negaba ir a Nínive. Pagó su pasaje para viajar a Tarsis y subió al barco. Luego Jonás bajó al interior de la nave para descansar.

De repente, Dios envió una gran tormenta con fuertes vientos y grandes olas. El barco se balanceaba de un lado para otro sobre las olas. La nave estaba a punto de hundirse bajo el agua, parecía que el barco estaba a punto de partirse en pedazos.

Los marineros tenían miedo y pensaron que iban a morir. Pero Jonás estaba profundamente dormido cuando el capitán fue a despertarlo. El capitán se enteró que Jonás estaba huyendo de Dios. Jonás sabía que Dios había causado la tormenta por no querer obedecerle.

Los marineros se dijeron unos a otros: “Echemos suertes para ver cuál de nosotros ha causado este problema”. Ellos eran supersticiosos, y probablemente creían que algún dios estaba airado con ellos. La suerte cayó sobre Jonás, y los marineros tuvieron aún más miedo. 

Le dijeron a Jonás: “¿Por qué has hecho esto?” Luego preguntaron: “¿Qué haremos contigo para calmar esta tormenta?”.

Jonás les dijo a los marineros: “Echadme al mar”. 

¡Los marineros realmente no querían hacer eso! Y trataron de remar hacia tierra, pero la tormenta empeoraba. Finalmente decidieron tomar a Jonás y lo arrojaron por la borda al mar embravecido. ¡La tormenta se detuvo inmediatamente!

¡Dentro de un gran pez!

Cuando Jonás se hundió en el agua, había un gran pez esperándolo. El pez abrió la boca y se lo tragó vivo. No sabemos qué tipo de pez era éste, pero sí sabemos que Dios preparó un pez especial para mantener vivo a Jonás. Fue un milagro de Dios.

Jonás tenía mucho miedo. Todo era oscuro, húmedo y maloliente dentro del estómago del pez. Y la cabeza de Jonás estaba cubierta con algas (Jonás 2:5).

Jonás oró y le dijo a Dios que estaba arrepentido y que quería obedecerle, y Dios tuvo misericordia de él. Después de tres días y tres noches, Dios hizo que el pez escupiera a Jonás de su estómago en tierra firme.

El pueblo de Nínive obedece

Una vez más, Dios le dijo a Jonás: “Ve a Nínive y advierte al pueblo. Si no se apartan de sus malos caminos, destruiré la ciudad y a toda la gente en 40 días”.

Esta vez Jonás obedeció a Dios y fue a Nínive. Le dijo a la gente que dejaran sus caminos violentos y malvados. Anduvo por toda la ciudad advirtiendo lo que iba a suceder si el pueblo no se arrepentía.

El rey de Nínive oyó lo que Jonás estaba diciendo, y creyó la advertencia de Dios. Se levantó de su trono y se quitó su hermosa túnica. Se cubrió con cilicio y se sentó en cenizas.

El rey envió un decreto al pueblo diciendo: “No coman ni beban, y no dejen que sus animales coman ni beban. Oren y ayunen, y conviértanse de sus malos caminos. Tal vez Dios cambie de opinión”.

El pueblo obedeció la orden del rey, y oraron y ayunaron. Y cuando Dios vio que habían dejado su mal camino, se arrepintió de hacerles mal. No destruyó la ciudad, y las personas de Nínive se salvaron.

Hay mucho más en la historia en el libro de Jonás en la Biblia. Finalmente, Jonás aprendió que Dios se preocupa por todas las personas. También aprendió la importante lección que siempre es mejor obedecer a Dios.

Preguntas

Aquí hay algunas preguntas para reflexionar o hablar en familia:

  1. ¿Debería Jonás haber obedecido a Dios inmediatamente?
  2. ¿Qué debería haber hecho Jonás en lugar de huir?
  3. ¿Qué crees que se siente al estar dentro del estómago del gran pez?
  4. ¿Habrías tenido miedo?
  5. ¿Es mejor obedecer a Dios siempre?

Si desea profundizar en el tema, lo invitamos a leer nuestro artículo acerca de “Jonás”.

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