Ezequiel

Dios nombró a Ezequiel como un atalaya para proclamar un sobrio mensaje profético. ¿Tienen sus mensajes de amonestaciones y esperanza, algún significado para las personas y las naciones de hoy en día?

The Bible Handbook [Manual de la Biblia] escrito por Joseph Angus hace el siguiente comentario en su introducción al libro de Ezequiel: “Ezequiel (Dios fortalecerá, o prevalecerá) era un sacerdote y un profeta al mismo tiempo, igual que Jeremías. Entre los cautivos que Nabucodonosor se había llevado a Babilonia en el año 597 a.C., estaban Ezequiel y el joven rey Joaquín, esto ocurrió diez años antes de la destrucción de Jerusalén. Estos cautivos fueron distribuidos en diferentes asentamientos a través de Babilonia, quienes formaron pequeñas comunidades con un cierto nivel de organización, y libertad de adoración”.

Aproximadamente cinco años más tarde, cuando Ezequiel tenía 30 años y aun estando en cautiverio, Dios lo llamó para servir como profeta, alrededor de seis años antes de la destrucción de Jerusalén in 586 a.C. Él continuó profetizando por 16 años después que Jerusalén fuera derribada, cubriendo así un período cercano a 22 años.

El mensaje de Ezequiel

La comisión más importante de Ezequiel fue ser un “atalaya” como representante de Dios. Su mensaje fue dirigido específicamente a la “casa de Israel” más que a cualquier otra nación, aun cuando las diez tribus del reino del norte de Israel ya se habían ido en cautiverio alrededor de 130 años antes. La frase “casa de Israel” ocurre en 78 versículos en el libro, y la “casa de Judá en sólo cinco versículos”. El mensaje de Ezequiel de amonestación y advertencia fue dirigido primeramente a Israel, y no a Judá o a los judíos como algunos creen.

Sería incongruente de parte de Dios pronunciar un mensaje de advertencia a Israel más de un siglo después de que ocurriera el evento. La conclusión lógica es que gran parte del mensaje de Ezequiel fue dirigido a los actuales descendientes de la casa de Israel y no sólo a los judíos que vivían en ese tiempo.

Dios llamó a Ezequiel para proclamar un mensaje de advertencia acerca de la inminente destrucción, a menos que ellos se arrepintiesen y cambiasen sus prácticas pecaminosas e idólatras. El pueblo fue advertido en términos muy tajantes, que si ellos no hacían caso a sus advertencias, tendrían que rendir cuentas, y sufrir las consecuencias de sus propias acciones.

Responsabilidad personal

La responsabilidad personal es uno de los temas más importantes del libro. Una sobria lección que encontramos en la Biblia es que cuando las personas o naciones se alejan de Dios y rechazan sus leyes, las consecuencias serán muy serias.

Cuando los países del mundo occidental que proclaman ser cristianos, rechazan a Dios y los principios cristianos que alguna vez tuvieron y sobre los cuales fueron fundados, lamentablemente ellos serán los únicos responsables de su creciente tribulación, sufrimiento y angustias. La profecía claramente indica que los valores antibíblicos que enseñan los líderes religiosos y políticos de hoy en día, van a causar una rápida decadencia, y finalmente en una ruptura total de la estructura de las naciones occidentales.

Como hecho interesante, durante la misma época en que Ezequiel profetizaba en Babilonia, Jeremías estaba proclamando un mensaje similar de exhortación a los judíos en Jerusalén. Otros contemporáneos de Ezequiel fueron Habacuc, Sofonías y Daniel, quien probablemente también estaba en Babilonia.

Predicciones de felicidad, paz y abundancia

Como ocurrió con todos los profetas, Ezequiel no vino solamente a anunciar un mensaje oscuro y pesimista. A través de él, Dios proclamó que después de que el pueblo israelita sufriera humillación y privaciones nacionales como resultado de su desobediencia a sus leyes, Cristo regresaría a reinar en un tiempo que se caracterizará por abundante paz y armonía entre todas las naciones. Como Rey de Reyes y Señor de Señores, Él regresará para establecer su gobierno justo sobre todas las naciones (Ezequiel 36:22-38; Apocalipsis 11:15). Solamente durante el reinado de Jesucristo, los seres humanos podrán gozar de paz y vida abundante para siempre.

Resumen de Ezequiel

El libro de Ezequiel se puede dividir en tres secciones:

Capítulos 1-24. Juicio sobre Israel 

  • Capítulo 1. La visión de Ezequiel de Dios.
  • Capítulos 2-3. La comisión de Ezequiel.
  • Capítulos 4-7. El ataque simbólico de Jerusalén.
  • Capítulos 8-11. Las visiones que le mostraron a Ezequiel.
  • Capítulos 12-19. Los pecados de Jerusalén: juicio es pronunciado (“el alma que pecare, ésa morirá”).
  • Capítulos 20-24. Señales a Jerusalén acerca de su inminente destrucción.

Capítulos 25-32. Juicio sobre las naciones de Amón, Moab, Edom, Filistea, Tiro, Sidón y Egipto.

  • Capítulo28. Satanás el diablo es identificado, y finalmente encarcelado.

Capítulos 33-48. La caída y restauración de Israel.

  • Capítulo 33. La caída de Jerusalén.
  • Capítulo 32. Los pastores guiaron a Jerusalén a desviarse.
  • Capítulo 35. Edom es destruido como Abdías lo había profetizado.
  • Capítulo 36. Restauración futura de la tierra de Israel y Judá.
  • Capítulo 37. La visión de los huesos secos.
  • Capítulos 38-39. Futura profecía sobre Gog y Magog.
  • Capítulos 40-48. Descripción del templo en el milenio.

Profecía promulgada

Una de las características de las profecías de Ezequiel es el uso de acciones simbólicas y dramáticas, también conocidas como “profecía promulgada”.

Por ejemplo, en Ezequiel 5:1-2, se le manda que se afeite su cabeza con una espada, pese y divida el pelo, queme una parte de sus cabellos, corte una segunda sección con una espada, y esparza una tercera porción al viento.

Esta es una profecía que se refiere al futuro de “toda la casa de Israel” (v. 4). Sólo un pequeño remanente sobrevivirá (posiblemente una décima parte de los que son llevados en cautiverio). No nos olvidemos que la nación de Israel había sido llevada en cautiverio hacía más de 100 años antes del mensaje de Ezequiel, por lo tanto este pasaje se refiere a un acontecimiento del tiempo del fin.

Ponga atención a estas palabras

Así como ocurre con todos los profetas de Dios, el mensaje de Ezequiel consistía en dos partes.

La primera parte era una advertencia acerca de las consecuencias inimaginables que ellos iban a sufrir si persistían en su infidelidad y su rechazo a las leyes de Dios.

Segundo, cuando ellos finalmente cambien sus caminos y humildemente rueguen a Dios con un arrepentimiento genuino, ellos serán los destinatarios de las bendiciones de Dios.

Aun estando en cautiverio en Babilonia, Ezequiel seguía haciendo énfasis en las desgracias de Israel en un tiempo futuro sin precedentes.

Aquí hay una selección de pasajes que ilustran estas calamidades futuras:

  • Ezequiel 2:3-7; 3:17-19; 33:7. La principal comisión de Ezequiel fue ser un “atalaya” (como un centinela que tiene el deber de cuidar), especialmente a un Israel rebelde. El anuncio de Ezequiel tiene que referirse a los israelitas que estén vivos durante el tiempo del fin, ya que la antigua Israel ya había sido completamente conquistada para el año 722 a.C., más de 130 años antes del cautiverio final de Judá en 586 a.C. Aún más, el cautiverio de Israel y Judá que Ezequiel anunció ocurrirá al mismo tiempo —y no 136 años aparte. Vea también Jeremías 30:3.
  • Ezequiel 5:12; 6:12. Dios advierte acerca de un tiempo terrible con calamidades horrendas, y sufrimiento humano sin paralelo. Pero Dios en su misericordia va a permitir que un “remanente” de aquellos que vayan en cautiverio sobrevivan (Ezequiel 6:8), y ellos “los que de vosotros escaparen se acordarán de mí entre las naciones en las cuales serán cautivos” (v. 9).
  • Ezequiel 7:19. Las riquezas no los salvarán “en el día del furor del Eterno”.
  • Ezequiel 8:12. Las personas actúan y dicen equivocadamente “No nos ve el Eterno; el Eterno ha abandonado la tierra”.
  • Ezequiel 9:4. Dios pondrá una marca a aquellas personas que temen a Dios, que sufran gran aflicción, y se lamenten a causa de la terrible condición espiritual entre las naciones. ¡Pareciera que este grupo es muy pequeño en número!
  • Ezequiel 13:10, 22. Dios condena a los líderes religiosos que traen un falso mensaje de esperanza cuando realmente no es así.
  • Ezequiel 18:4. “el alma que pecare, ésa morirá”. Sin embargo, Dios nos ruega que tengamos una actitud contrita, y de arrepentimiento para que Él pueda bendecir y no castigar: “¿Quiero yo la muerte del impío? dice el Eterno el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?” (v. 23; ver también los versículos 30-32).
  • Ezequiel 20:11-13, 16-26. Dios anuncia su ira contra quienes “mis días de reposo profanaron, porque tras sus ídolos iba su corazón” (v. 16).
  • Ezequiel 22:25-26. Los líderes religiosos “violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios... [incluyendo] mis días de reposo” (v. 26).
  • Cuando las personas cambien sus caminos, Dios estará siempre dispuesto y preparado para perdonar y bendecir.Ezequiel 34:2, 10. “¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos!... He aquí, yo estoy contra los pastores”. Dios no tiene misericordia de los ministros que se aprovechan de la gente y falsifican su palabra.

Después de la disciplina, las bendiciones abundarán

Cuando las personas cambien sus caminos, Dios estará siempre dispuesto y preparado para perdonar y bendecir. Como se afirma en Romanos 11:26-27, “Y todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados”.

Consideremos estos pasajes:

  • Ezequiel 6:9. “Y se avergonzarán de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones”.
  • Ezequiel 11:19-20. “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,
    para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios”.
  • Ezequiel 14:23. Dios proveerá consuelo: “Y os consolarán… y conoceréis que no sin causa hice todo lo que he hecho en ella, dice el Eterno el Señor”.
  • Ezequiel 34:23-24. David será resucitado y guiará a Israel como un verdadero pastor: “mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor. Yo el Eterno les seré por Dios”.
  • Ezequiel 36:24-38. Cuando las personas obedezcan a Dios, y caminen en sus sendas, las bendiciones rebosarán, y la tierra se convertirá como el huerto del Edén.
  • Ezequiel 39:21-29. La herencia de Israel será restaurada cuando obedezcan las leyes de Dios. “Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice el Eterno el Señor” (v. 29).
  • Capítulos 40-45. Ezequiel registra visiones y descripciones del templo que se construirá en el Milenio, y describe la observancia de las fiestas de Dios (45:18-25).
  • Capítulo 47. Aguas sanadoras procederán del templo. Adondequiera que fluyan las aguas, la tierra será sanada (vv. 1-12).
  • Capítulo 48. Todas las 12 tribus de Israel serán reasignadas a sus propias regiones en la Tierra Prometida. Nunca más estarán separadas, sino que serán una nación bajo Dios.

Las escrituras anteriores representan las buenas noticias de la venida del Reino de Dios.

Preparándose para el futuro

Vivimos en tiempos peligrosos, y en un mundo donde las calamidades y la violencia continúan aumentando. Nos enfrentamos con la amenaza de una guerra mundial, inestabilidad financiera global, decadencia moral, patrones de clima extremos, y otros desórdenes.

¿Cómo se resolverán estos problemas?

La Biblia da soluciones claras a los problemas que la humanidad está enfrentando. Cuando diligentemente estudiamos y examinamos las Escrituras, podemos entender el plan de Dios y el propósito de la vida. Aquellas personas que sigan y practiquen las verdades que se encuentran en la Biblia, tendrán la oportunidad de escapar de la tribulación y la confusión durante los acontecimientos del tiempo del fin (Lucas 21:36).

Dios nos ha dado libre albedrío, así que Él no va a obligarnos a seguir su camino de vida. Sin embargo, su deseo más profundo es que lo sigamos, por eso nos dice: “escoge, pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19-20).

Que Dios nos de la sabiduría para tomar decisiones que nos lleven a la vida eterna (Proverbios 4:7-8, 13).

Para estudiar más acerca de este tema, lea los artículos en la sección “Los Profetas Mayores”.

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