Sofonías

El nombre Sofonías significa “Dios ha protegido” o “Dios ha escondido”, y su libro muestra la protección divina para el pueblo de Dios. ¿Cuándo va Dios a proteger a su pueblo y por qué?

Las revelaciones proféticas y las serias advertencias de Sofonías ocurrieron durante el reinado de Josías (Sofonías 1:1), y esto pondría sus escritos entre 640 y 609 a.C. El rey Josías llevó a Judá a una reforma religiosa y social, pero Sofonías predijo que estos cambios espirituales no durarían. El pueblo de Judá volvería a la iniquidad y a rebelarse contra Dios.

El reino del norte de Israel ya estaba en cautiverio, y Babilonia crecía en poder y prestigio. Dios había determinado que los babilonios serían su instrumento para castigar a la nación de Judá. Sofonías y sus contemporáneos, Jeremías y Habacuc, fueron algunos de los profetas que Dios usó para pronunciar este mensaje de advertencia.

Tema principal

El tema del libro es el Día del Señor. A pesar de que Sofonías advierte a Judá de su inminente destrucción, la profecía es dual, ya que la mayor parte de su profecía va a cumplirse en el futuro. Aunque las predicciones del profeta se centran en Jerusalén, las naciones vecinas (Asiria, Etiopía, Moab y Ammón) y todas las demás naciones de la Tierra también están incluidas en las advertencias (Sofonías 1:2-3; 3:6, 8, 20).

Este libro relata los acontecimientos dramáticos y estremecedores que sobrevendrán antes del regreso de Cristo a la Tierra (1:9, 15-18).

Cuando estas importantes profecías ocurran, sería mejor estar “guardados [protegidos] en el día del enojo del Eterno” (2:3) que estar en medio de estos acontecimientos cuando Dios intervenga y traiga su juicio justo sobre la humanidad.

La indignación de Dios será derramada sobre todas las naciones, y ningún pueblo escapará: “mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra” (3:8, énfasis añadido). La ira de Dios se sentirá en todo el mundo.

Se salva un remanente

Dios promete su protección durante este período catastrófico sin precedentes a quienes estén dispuestos a buscar y someterse a Dios. Este tiempo de Gran Tribulación también fue profetizado por Daniel (Daniel 12:1) y más tarde por Jesucristo: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo [vivo]; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:22).

Hay una muy buena razón por la que Dios castigará a las naciones. La Tierra estará llena de maldad, iniquidad y falta de justicia. Dios nos exhorta a prestar atención a esta advertencia: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:15-17).

Aquellos que elijan seguir los caminos del mundo se convierten en enemigos de Dios: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios (Santiago 4:4).

Aquellos que buscan y confían en Dios se convertirán en parte del remanente que serán ejemplos de conducta justa para las naciones. Este remanente “no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice” (Sofonías 3:12-13).

Fíjese en estas valiosas observaciones de los autores William LaSor, David Hubbard y Frederic Bush en Old Testament Survey [Reseña del Antiguo Testamento]: “Al igual que Isaías, Sofonías había visto la grandeza de Dios y fue transformado por ella. Vio que Dios no puede tolerar la arrogancia y que la única esperanza del pueblo era reconocer su propia debilidad. El orgullo es un problema arraigado en la naturaleza humana....

“Nínive personifica la insolencia, ya que se jactaba diciendo: ‘Yo, y no más’ (2:15). Ésta es una directa rebelión ya que afirmaban su independencia espiritual de Dios, y constituye el pecado más despreciable. Aquellos que escapen la furia de Dios son parte del pueblo que humildemente ‘confiará en el nombre del Etern’ (3:12)” (pp. 317-318).  

Los autores también afirman: “Se culpa directamente a los líderes. Estos pecados, junto con la apatía espiritual y moral de la ciudadanía de Jerusalén, recibirán el juicio más severo. Sofonías describe la ira de Dios como una furia implacable casi sin igual en las Escrituras” (p. 315).

Resumen de Sofonías

Aquí presentamos un posible resumen de Sofonías

El Día del Señor (capítulo 1).

  1. Profecías dirigidas a toda la Tierra (1:1-3).
  2. Profecías acerca de Judá y Jerusalén (1:4-9).
  3. La ira de Dios hacia una humanidad rebelde (1:10-18).

Las naciones son advertidas acerca del juicio venidero (capítulos 2-3:7).

  1. Aquellos que son humildes son protegidos (2:1-3).
  2. Se advierte a las naciones vecinas acerca del castigo inminente (2:4-15).
  3. Toda la Tierra será castigada (3:1-7).

Liberación definitiva: el pueblo de Dios es restaurado (3:8-20).

  1. Se enseña un lenguaje puro (3:8-9).
  2. Dios mora con su pueblo (3:10-20).

Lecciones de Sofonías

¿Qué lecciones y principios espirituales podemos encontrar en este pequeño libro que está escondido entre los Profetas Menores del Antiguo Testamento? ¿Es acaso el Antiguo Testamento relevante para los cristianos de hoy en día?

Jesús enseñó citando el Antiguo Testamento como la Palabra inspirada de Dios (Lucas 4:4), y el apóstol Pablo afirmó que la Iglesia del Nuevo Testamento es “la familia de Dios”, que ha sido edificada “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:19-20).

Pablo también alentó al joven evangelista Timoteo a estudiar las Sagradas Escrituras que había conocido desde su infancia, “las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:15-16, énfasis añadido). La única Escritura inspirada que Timoteo conocía desde su niñez era el Antiguo Testamento.

El Antiguo Testamento, junto con el Nuevo Testamento, es una fuente de inspiración, instrucción y sólidas enseñanzas sobre cómo Dios quiere que vivamos. Hay una gran cantidad de lecciones y enseñanzas espirituales en todos los libros del Antiguo Testamento, incluyendo el libro de Sofonías.

¿Qué va a ocurrir en el Día del Señor?

A lo largo de la Biblia, el término “el Día del Señor” se refiere al tiempo justo antes del regreso de Cristo, cuando Dios castigará a una humanidad rebelde e insolente. Este tiempo también se conoce como el “gran día del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 16:14). El Día del Señor también incluye el regreso de Cristo para establecer el Reino de Dios en la Tierra y todo lo que sucederá posteriormente.

Por medio del profeta Sofonías, Dios nos muestra que Él va a utilizar varias catástrofes para castigar y humillar a las naciones. En el libro de Apocalipsis, este castigo se llama la ira de Dios (Apocalipsis 14:10), que ocurre durante la parte inicial del Día del Señor. Aquí presentamos algunos ejemplos durante este tiempo de castigo que se encuentran en el libro de Sofonías:

  • “mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra.… porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en tu soberbia, y nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte. Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre” (Sofonías 3:8-12, énfasis añadido).
  • “Porque el día del Eterno está cercano; porque el Eterno ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados.… Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: el Eterno ni hará bien ni hará mal” (1:7, 12).
  • “Cercano está el día grande del Eterno… Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento… Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra el Eterno” (1:14-17).
  •  “Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira del Eterno” (1:18).
  •  ”Hice destruir naciones; sus habitaciones están asoladas; hice desiertas sus calles, hasta no quedar quien pase; sus ciudades están asoladas hasta no quedar hombre, hasta no quedar habitante” (3:6).

Al leer estos pasajes, algunos críticos pueden concluir que Dios es duro e implacable. Pero estos terribles castigos no ocurrirían si las naciones hicieran caso de las instrucciones y respondieran a las repetidas súplicas de Dios a arrepentirse y a tener un cambio de corazón.

Las palabras sinceras de Cristo lo demuestran: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! (Mateo 23:37).

¡Las naciones y pueblos traerán estos problemas sobre ellos mismos! La gente no debe culpar a Dios, sino a sí misma.

Se ofrece protección a los mansos

Durante este tiempo de problemas mundiales sin precedentes, Dios ha prometido proteger y cuidar de sus siervos fieles y dedicados. Fíjese en estos pasajes:

  •  “Buscad al Eterno todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo del Eterno (Sofonías 2:3, énfasis añadido).
  • “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:10, énfasis añadido).
  • Dios promete protección para muchos de sus siervos fieles y devotos (Apocalipsis 12:14-16).

¿Quiénes son estos siervos que Dios protege?

Sofonías los describe como los “humildes de la tierra” (Sofonías 2:3). Humilde o manso se refiere a alguien que es enseñable y dispuesto a aprender. Estos siervos mansos buscarán la voluntad de Dios por encima de su propia voluntad.

El apóstol Juan, cuando escribió hacia finales del siglo I, describió a los siervos de Dios como aquellos “que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17), aquellos “que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (14:12), y “los que hacen sus mandamientos” (22:14).

Dios deja en claro que Él honra a aquellos que están dispuestos y desean guardar sus mandamientos.

El regreso de Cristo: comienza una nueva era del mundo

Bajo la inspiración de Dios, Sofonías registra los cambios dramáticos que ocurrirán durante la segunda venida de Cristo y el fin de las sociedades humanas tal como las conocemos hoy en día.

Observe estas referencias:

  • “Porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en tu soberbia, y nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte. Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre del Eterno” (Sofonías 3:11-12).
  • ¿Puede usted imaginar un tiempo cuando la gente “no hará injusticia ni dirá mentira”, no habrá engaño en sus palabras, “y no habrá quien los atemorice”? (3:13).
  • La gente se llenará de gozo y alegría: “gózate y regocíjate de todo corazón... nunca más verás el mal” (3:14-15).
  • Este tiempo de “restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:20-21) se cumplirá porque “El Eterno está en medio de ti” (Sofonías 3:17). Jesucristo tiene el poder y la autoridad para llevar a cabo el proceso de restauración mundial.

Qué maravillosa descripción de un mundo en armonía con Dios, donde la paz duradera, felicidad y abundancia para todas las naciones serán algo normal.

Esté atento y preparado

Debemos estar en guardia, alertos y vigilantes para evitar las muchas distracciones que perjudican nuestro desarrollo y crecimiento espiritual. Cristo nos advirtió que es posible estar desprevenidos, a menos que nos esforcemos para que nuestro crecimiento espiritual sea el aspecto más importante de nuestra vida (Marcos 13:31-37).

¿Desea ser usted ser parte de los siervos de Dios que escaparán estos acontecimientos catastróficos y serán pioneros en la restauración de todas las cosas al regreso de Cristo?

¡Sólo usted puede responder esta pregunta!

Aprenda más en los artículos “¿Qué es el día del Señor?” y “¿Qué es el Reino de Dios?

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